La alimentación del Recién Nacido
La primera decisión nutricional que debe tomar sobre su hijo recién nacido es cómo alimentarlo. Las siguientes indicaciones sobre el amamantamiento y la alimentación con fórmula lo pueden ayudar a tomar la decisión adecuada para usted y su bebé.
¿Pecho o biberón?
La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que los bebés se alimenten exclusivamente de leche materna durante aproximadamente los primeros seis meses de vida. Después de introducir alimentos sólidos en la dieta del bebé, la lactancia materna debe continuar durante el primer año de vida del bebé e incluso durante más tiempo, si así lo desean la madre y el bebé.
Recuerde que las necesidades emocionales y nutricionales de su bebé quedarán satisfechas independientemente de que usted opte por amamantarlo o por darle el biberón.
Sobre la lactancia materna
Dar el pecho a su recién nacido tiene muchas ventajas. Tal vez lo más importante sea que la leche materna es el alimento perfecto para el sistema digestivo del bebé. Contiene los nutrientes que necesita un recién nacido y todos sus componentes (lactosa, proteínas -suero y caseína- y grasa) son fáciles de digerir. Las fórmulas comercializadas para bebés intentan imitar a la leche materna y se le acercan bastante, pero no consiguen reproducir su composición exacta.
Limitaciones de la alimentación con fórmula
Del mismo modo que la lactancia materna tiene sus propios requisitos, también los tiene la lactancia con fórmula. La alimentación con biberón requiere organización y preparación, en especial si quiere salir con su bebé. Además, la leche de fórmula es bastante cara.
Es importante asegurarse de tener suficiente leche de fórmula a mano, así como biberones limpios y listos para el uso.
A continuación, damos algunas recomendaciones para alimentar a un bebé con fórmula:
- Siga cuidadosamente las indicaciones de la etiqueta para preparar la fórmula.
- Los biberones que estén fuera de la nevera durante más de una hora y los restos de fórmula ya preparada que queden en el biberón se deben desechar.
- Los biberones preparados se pueden conservar en la nevera hasta 24 horas y se pueden calentar con cuidado antes de dárselos al bebé. No es necesario calentar la fórmula, pero la mayoría de los bebés la prefieren así.
- El biberón se puede calentar sosteniéndolo bajo un chorro de agua corriente caliente o metiéndolo dentro de una cacerola que contenga agua caliente. El biberón (de leche materna o de fórmula) nunca se debe calentar en el microondas. La leche se puede calentar de forma no uniforme, quedando partes calientes que podrían quemar la boca del bebé.
¿Con qué frecuencia comen los recién nacidos?
Su recién nacido hará entre 8 y 12 tomas al día durante las primeras semanas de vida. Al principio, las madres pueden amamantar al bebé de 10 a 15 minutos en cada pecho y luego ir modificando la duración de la toma según sea necesario.
La lactancia debe ser a demanda: es decir, se debe ofrecer el pecho al bebé cuando él tenga hambre, lo que suele ocurrir cada una a tres horas. A medida que el recién nacido crezca, necesitará mamar con menor frecuencia y pasará más tiempo entre las tomas. Los recién nacidos alimentados con leche de fórmula tomarán entre dos y tres onzas de leche cada dos a cuatro horas. Los recién nacidos no deben pasar más de cuatro a cinco horas sin ser alimentados.
Los signos que indican que un bebé tiene hambre son los siguientes:
- mover la cabeza de un lado a otro
- abrir la boca
- sacar la lengua
- meterse las manos y los puños en la boca
- poner los labios como si fuera a succionar
- restregarse contra los senos de su madre
- llorar
No es necesario seguir un horario de alimentación; con el tiempo, usted y su bebé establecerán una rutina. Los bebés saben (y se lo hacen saber a sus padres) cuándo tienen hambre y cuándo están satisfechos. Esté atento a las señales de que su hijo está satisfecho (tomar más despacio, soltar el biberón o el pecho, cerrar la boca, alejarse del pecho o el biberón) y deje de alimentarlo cuando las detecte.
Conforme su bebé vaya creciendo, empezará a comer más en cada toma y alargará más los períodos entre tomas. Habrá momentos en que su bebé parecerá más hambriento que de costumbre. Siga alimentándolo a demanda. Si le da el pecho a su bebé, no se preocupe: la lactancia materna estimula la producción de leche, y esta se irá adaptando a las necesidades de su bebé.
Fuente: alimentacion del recien nacido